¿Cómo consigo que mi hijo se lave los dientes?

“No quiere lavarse los dientes ¿qué hago?” Esta es una de las pregunta que muchas madres y padres nos hemos hecho, sobre todo, cuando queremos acompañar a nuestros hijos e hijas de manera respetuosa.

Lavarse los dientes sabemos que es muy importante porque previene, entre otras cosas, las caries, pero también a través de la boca es más fácil que podamos enfermar. El aseo bucal es uno de los hábitos saludables que podemos enseñar a nuestras hijas e hijos y que les servirá y ayudará para la toda la vida. El lavado de dientes debería comenzar desde el momento en que nuestras y nuestros peques comienza la alimentación complementaria. Los seres humanos aprendemos las cosas a base repetición, gracias a repetir y equivocarnos, logramos finalmente instaurar un hábito y mejorarlo.

Cepillarse los dientes no tiene porque ser algo tedioso, puede ser divertido si ponemos de nuestra parte. Podemos ir todos juntos a lavarnos los dientes. Consensuar en familia cuándo será mejor lavarse los dientes y crear un expositor de cepillado de dientes. Una especie de cronograma que nos de un apoyo visual de cuándo nos toc,  sin que nadie se ponga en modo sargento.

Ser constantes y mirar el apoyo visual día a día hará que finalmente consigamos instaurar la rutina. Si todos y todas somos conscientes de las consecuencias que tiene no cepillarse los dientes, nos ahorraremos mucho dinero en el dentista 😛 .

Hay momentos en los que nuestras hijas e hijos se niegan por completo a cepillarse los dientes “no quiero” y si en ese momento entramos en una lucha de poder probablemente surja la “temida” rabieta. “Menudo berrinche” podemos pensar, pero en realidad, si lo pensamos bien, ellos no quieren sentirse obligados, quieren sentir que eso de “yo solito”. Que ellos y ellas pueden, que deciden, que son capaces. Esto solo es posible cuando nadie manda.

El expositor para organizar la semana o el día de lavado de dientes es la mejor forma de hacerlo. A través de esta propuesta nos ahorramos rabietas, berrinches, luchas de poder, gritos, amenazas, chantajes, y todo fluye mejor.

Acompañar de forma amorosa a la infancia no es sencillo, intentarlo es el primer paso. No siempre salen las cosas como que queremos, pero si podemos buscar y encontrar soluciones respetuosas que nos ayuden en este camino de la crianza.

¡Un abrazo de oso Tribu!

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